A principios de 2023, estalla la siguiente fase de la guerra con drones y contra drones en el campo de batalla ruso-ucraniano. A medida que ambos bandos desplegaban nuevas y más letales armas de tipo merodeador, entraron en juego nuevos y más capaces sistemas antidrones. Los drones rusos atacaron objetivos civiles en Ucrania, seguidos de ataques con drones ucranianos contra objetivos en el sur y el oeste de Rusia. Estos ataques fueron otro catalizador para que ambos bandos aumentaran rápidamente el número y la eficacia de sus capacidades antidrones.
Según informes de prensa del campo de batalla ruso-ucraniano, en los últimos meses de 2022 empezaron a aparecer en el campo de batalla drones nuevos y más letales, y muchos sistemas antidrones ucranianos resultaron insuficientes para hacer frente a las municiones itinerantes de Rusia. Según un informe del Royal United Services Institute (RUSI) del Reino Unido: "La tasa de éxito de los ucranianos a la hora de solicitar despliegues para defenderse de los drones ha sido de entre el 50 y el 70 por ciento, pero los drones siguen causando daños considerables, incluso con sus ojivas relativamente pequeñas. 'El 21 de diciembre de 2022, el presidente ucraniano, en una carta al Congreso de los Estados Unidos, reconoció la naturaleza amenazante de la situación en una carta de discurso: 'Se han enviado cientos de drones iraníes mortíferos a Rusia, lo que supone una amenaza para nuestra infraestructura crítica'.
Para Rusia, la modernización de sus capacidades antidrones en el campo de batalla significa cambiar el enfoque de las grandes unidades de defensa aérea al desarrollo de una nueva generación de sistemas más móviles que se dirijan específicamente a los drones más pequeños. Además, la empresa estatal de defensa rusa Rostec afirma: "La producción en masa de nuevos sistemas de guerra electrónica y antidrones comenzará en los próximos meses, con el plan de completar las pruebas de estado en uno o dos meses y pasar a la producción en masa de la nueva generación de guerra electrónica aérea y terrestre y de drones de combate". Al parecer, Rusia ha estado acelerando el desarrollo y la producción de una nueva gama de sistemas ligeros antidrones capaces de enfrentarse a pequeños drones comerciales, el
Habiendo estado profundamente involucrado En el campo anti-drones desde hace 30 años, el Grupo SOBO Ha sido testigo e impulsado el desarrollo de tecnología anti-drones, y siempre está atento a las últimas tendencias en materia de requisitos. La guerra moderna no solo debe centrarse en el desarrollo de capacidades antidrones, sino también en lidiar de manera efectiva con enjambres de drones más organizados, coordinados mediante inteligencia artificial.